
Salí corriendo aprovechando el parpadeo del mundo, necesitaba que el viento azotara mis mejillas y revolviera mi melena con fuerza una vez más.
Quise correr más rápido que mis recuerdos, más que mis pies y que sus gritos, tan rápido que me fuese casi imposible tocar el suelo y oír otra cosa que no fuesen mis sollozos.
No me importó si me dejé atrás hablando con tu silencio, tampoco me importó perder a cada paso un pensamiento, tan sólo quise salir huyendo con los ojos cerrados hacia ese lugar que visito cuando duermo.
1 comentario
Conchi -