Blogia
.Mukka.

~Cosillas~

 

Suelto el móvil aún luciendo con las palabras “Mensaje entregado” parpadeando en la pantalla.
Una parte de mí sabe que no vas a contestar, pero se calla, frunce el ceño y respira fuerte, no quiere herir a la otra parte más ingenua que sonrie y dibuja corazones de aire con el dedo índice.
Es dificil de explicar pero esa certeza se hace casi tangible mientras espero. 
El móvil cae sobre la almohada y a pesar de las mantas sé que, hasta después de un largo rato, el calor no volverá ni a mis manos ni a los dedos de mis pies.
Intento no pensar en nada y alejar la mirada del móvil, pero la parte intanquila va ganando terreno a la ensimismada y comienza la presión en el pecho, que desata las voces que se agitan en mi cabeza y que acaban por arrinconar a la parte feliz, ingenua, ensimismada, de nariz pequeña y sueños demasiado grandes.

De esto hace tres semanas y hoy, contra todo pronóstico, vuelves a llamar. Sé que esta noche soñaré contigo... cuándo he dejado de hacerlo?

 

Lejos hasta de mi misma, para no caer en la tentación de hurgar en los recuerdos, de abrir puertas ya cerradas y de arancar las costras de las heridas, dejaré correr un rato más las lágrimas, eso me ayudará a respirar hondo después. Y luego, no volveré a pensar en ti. Sólo así podré dejar de imaginarte en mi, rodeando cada espacio de mi mente, resbalando por la comisura de mis labios y podré darme la vuelta, dejar de mirarte, entender de una vez por todas que estoy sola y que no soy aquello que anhelas. Dejaré entonces de buscarte y se apagarán las preguntas en mi cabeza porque estaré lejos, caminando en direccion opuesta mientras tú te (la) encuentras, yo me perderé.

Fuera graniza. Dentro, también.

Fuera graniza. Dentro, también.

Última semana de un febrero oscuro

Me falta el calor que me robaste en los abrazos de hace dos miércoles

 

Siempre es la misma canción, momentos antes siento que el corazón va a salirse de mi pecho y justo cuando ya he cogido confianza, tienes que irte y otra vez vuelve a trotar descontrolado, hasta doler.
Intento entender y descifrar cada uno de tus movimientos, no soy capaz de dejarlo correr sin más. No puedo dejarlo pasar y sin embargo tampoco soy constante. Tengo miedo de salir perdiendo, de estar equivocada, de las consecuencias, de lo que pueda no pasar, de lo que me vuelva a perder, y aún así vuelvo a no arriesgar. Estás ahí, delante, mirándome y me parece irreal, así que a pesar de las mil preguntas que se agolpan en mis labios, callo, te miro y hago una bola con todo lo que no te he dicho y que sin querer vierto en cada mirada, en cada gesto... Y me pongo a hablar de mi, cuando todo lo que quiero hacer es besarte y escuchar todo lo que tú quieras contarme. Pienso que si te pregunto demasiado huirás, porque doy por sentado que te agobiaré como hizo ella. Me he forjado una idea de ti que es equivocada y te he hecho creer seguramente algo que no soy. La culpa es mía, debería haberte advertido más veces de que era rara, de mi inexperiencia, de mis bloqueos y circustancias. Ahora la certeza de que no volveré a besarte es cada vez más grande... y me hace hundirme en el sillón, enterrarme entre las mantas, refugiarme en un rincón, perderme por la casa, apartar de mi vista la negra pantalla del móvil, dormir y no recordar que he soñado contigo.  

 

Ese espejo refleja el cielo que yace gris y ajeno y a sólo un palmo yazco yo, frustrada, con frío y desvencijada. Un piano suave resuena en mi cabeza, empujando con cada nota un recuerdo de ti... y me doy cuenta una vez más de que ya no puedo, no sin tus manos. Que ya no quiero, no sin tus besos, seguir en este campo, yacente, como el cielo.
La velocidad a la que resbalan mis lágrimas contrarresta con la quietud del páramo, y poco a poco voy cayendo en un sueño espeso, mecida por las notas de un piano que empieza a dibujarse a carboncillo en ese sueño. Una sombra aparece junto él y avanza hacia mi a paso lento, aún está lejos pero puedo distinguir tus verdes ojos. Una gota cae en mi frente, haciéndome fruncir el ceño, otra en mi hombro y tu aún no me has alcanzado. Una gota más cae y resbala por mi barbilla, convirtiendo el piano en un borrón y me despierto, está lloviendo y sigue haciendo frío, ya no está el verde de tus ojos, tan sólo el gris del cielo.  

Under your charm - Josh Rouse

Only half of the time do you tell me just what you want
Only half of the time do you tell me just what you want
Can I get some contact?
Can I get some contact from you?
Can I get some contact with what is real?
It's the end of the night and i'm feelin' sexual
It's the end of the night and i'm feelin' sexual
Can I get some love back?
Can I get some love back from you?
Can I get some love back that you conceal?
And now I've fallen under your charm
And now I fall into your arms
It's where I feel alright
In the blink of an eye do we do what's natural
Maybe once or twice do we do what's natural
Is it just a love task?
Is it too much to ask from you?
Is it just a love task or do you feel?
And I've fallen under your charm
And now I fall into your arms
And now I've fallen under your charm
And now I fall into your arms
Where I feel alright
It's where I'll stay tonight
Only half of the time do you tell me just what you want
Only half of the time do you tell me just what you want
Can I get some contact?
Can I get some contact from you?
Can I get some contact with what is real?

(Susurro tu nombre en sueños,
 casi sin ser consciente,
 como un susurro del viento,
             ...Andreu..
 Y luego otra vez vuelve el silencio
 a apoderarse de mi rostro,
 desdibujando la sonrisa,
 mas sigo soñando...)

Definitivamente quiero vampiros y hombres lobo en mi vida... Estas novelas me recuerdan a ti, creo que tú te compararías con el hombre lobo, por el temita de la luna y de cómo ésta siempre te afectó, bueno también te considerabas peludo y salvaje. Sin embargo para mi, siempre serás el vampiro... Aún recuerdo tu acento indefinido, tus ademanes politicamente correctos de niño bien (a pesar de estar viviendo en uno de los barrios más "oscuros" de Madrid), tu olor...
Si, hoy me acordé de ti y creo que ayer fue tu cumpleaños. Tranquilo, como ya habrás observado he dejado de dar señales (incómodas?) de vida, después de tres años, puedo asegurarte que ya me he curado de tu (tentativa a) mordedura, ahora sólo estás en el recuerdo. Un recuerdo peculiar, no podrás nergarlo, pero un recuerdo al fin y al cabo.
Espero que tuvieras un gran día =)

 

Aún me siento fuera de todo, como si la última uva hubiese rodado de mis manos y de alguna manera no hubiese entrado en el nuevo año. Sin embargo tampoco siento que pertenezca al año pasado, ni al anterior. Entonces, ya no es una, si no dos o más uvas las que me rehuyeron.... ¡Con la de avances personales que había hecho!... Y por mucho que me remonte, no sé volver sobre mis pasos para arrancar otra vez desde el punto de partida. Me invade una vez más esa extraña sensación de estar errando, que me hace sentir estúpida, como se deben sentir los títeres cuando preguntan si alguien ha visto al malo y todos los niños gritan: “lo tienes detrás”.

 

Tu 28 de diciembre

"Llega tarde el 28 y nerviosa miro el reloj.
  La lluvia conmigo empieza un día..."

                         La oreja de Van Gogh

Mi vida avanzó sin pedirme permiso aún a pesar de que tu marcha hubiera detenido el tiempo.
Hoy me siento especialmente culpable por cada año que llega para hacerme olvidar un recuerdo.
Feliz Cumpleaños, Te Quiero.

Liberándome . . . primer día tras haber decidido firmemente que es mejor olvidarte

"...Yo quería recorrer tus labios,
  y besar tu boca,
  y descorchar mi vida junto a ti. 

                     (...)

  ...Para serte sincera, ya no busco nada
  Ni un cachito de tu cuerpo para besar.
  Ya no lloro lo que ya he perdido.
  Ya no tengo ganas de seguir igual."

Nena Daconte - Yo quería recorrer

Se desató mi deseo

Devoré lo poco que ella había dejado de él tras seis años de relación. En tan sólo dos encuentros apuré de sus labios la cordura que le quedaba y en un vaivén de besos le dormí entre mi pecho y mis brazos. No era el indicado, ni el elegido, ni siquiera era especial, tan sólo un músico raro que tuvo la suerte o la desgracia de cruzarse en mi camino de pasos perdidos y labios sedientos. Fue el primero hasta que llegó el segundo y ni uno ni otro se quedaron. No supieron paliar mi dolor, resolver las dudas o acabar lo empezado. Ahora llega tarde el tercer movimiento y vuelve a reavivarse una llama mal apagada, que parece estar condenada a arder dentro de mi, que me duele, me sofoca, que enturbia mi calma y despierta la sed.
Renuncié a perseguir reflejos y sueños rotos y me fue vetado el amor de novela. No soy princesa, ni hada, ni bruja, ni prota, ni extra, ni buena, ni mala, ni siquiera soy una chica fácil, soy demasiado complicada...

Sed de besos

Un hormigueo nace en mi tripa y recorre en vertical todo mi cuerpo.
Me estremezco ante ese impulso que es algo más intenso que un escalofrío pero igual de breve.
Es la manera que tienen mi mente y mi cuerpo de gritarme lo que echan de menos.
No son los únicos, yo también necesito sentir otro aliento y unas manos ajenas recorriendo mi cuello.
Que se pierdan en mi, haciéndome olvidar el tiempo.
Sin embargo Octubre se acaba y me daja con sed de besos.

 

Mis palabras abriéndose paso hacia el oscuro lugar de retiro en el que habita la conciencia

Me la han vuelto a jugar, es cierto, yo peco de crédula y tú de descreída, no conocemos término medio. Tranquila que no voy a llamarle, lo he cogido sólo para ver la hora, me llamará él, siempre lo hace, hasta cuando ya es tarde. Sí, soy estúpida, por supuesto, ¿Cómo si no se explica esta situación? Tú gritándome desde un rincón, yo hecha un guiñapo en el opuesto, donde tampoco hay sol. Voy a seguir llorando y gritaré cuando, donde y cuanto quiera porque ni tú ni nadie cesará este llanto por mucho que os salpique. Sé que las lágrimas no suavizarán mi tontería congénita, ni recompondrán mi alma rota, pero tampoco lo harán tus hirientes palabras, por muy verdaderas que sean.
Ya las miro, tienen algo que las hace brillar, se ve a simple vista. ¿Y qué si mi luz es tenue o inexistente para otros? ¿Por qué tengo que brillar para todos? ¿Acaso alguien lo hace para mi?. Si no recojo es porque siembro en campo muerto, no porque mi simiente sea vana. Estoy harta de dar y recibir sólo golpes, de fuera y de dentro. Me iré, claro que lo haré y a ti te enterraré lejos y despertaré del sueño para no volver jamás.  

 

Habla la conciencia desde su oscuro lugar de retiro

Te la han vuelto a jugar y ya van cuatro seguidas en tan sólo unas semanas. ¿Eres monga o que hostias pasa? ¿Es que tu mierda de vida no te ha enseñado nada? ¿O quizás se te olvida?
Eres tonta, no hay duda, porque tú de buena no tienes nada, naciste contaminada. No llores, eso no va a curar tu estupidez, ni a recomponer tu alma rota y suelta el teléfono que no vamos a llamarle. No sé ni de qué me extraño, simpre fuiste así, te diste cuenta tarde del tipo de gente que rodeaba tu mundo y aún así seguiste cayendo una tras otra, una tras otra, todas las veces... No existen los finales felices, nadie va a venir a convertirte en princesa, ¿Cuándo coño aprenderás eso? ¿De dónde te viene esa absurda idea de que todo tiene que salir bien? Y deja ya de hacerte la víctima, todos tenemos lo que nos merecemos y un cachete de propina, ¿No ves que todo lo que siembras está muerto? ¿Qué pretendes recoger? La culpa es tuya por creer, por imaginar y actuar tarde, siempre tarde y mal...
Quitate el vestido y ponte el chandal que no vas a salir ¿O es que aún tienes esa patética idea rondando en tu cabeza?, pero mirate, ¿Quién te va a querer a ti? En serio, miralas a ellas, todas tienen algo que las hace brillar con luz propia, dime, ¿Qué escondes tú de bueno?, ¿Qué puedes ofrecer? Es mejor que escapes lejos y no busques nunca nada.

Tantas miradas, palabras gastadas que me persiguen cada vez que intento huir de ti. Porque jugué a seguirte y me perdí, como tantas otras que se creyeron únicas cerca de tus labios. Van cayendo a plomo todos mis argumentos, nunca dejaron de caer, y vuelvo a quedarme sola con las penas, con las ganas empujándome, de abajo a arriba , revolviendo los anhelos, los pocos recuerdos que me atan a ti. Quiero gritarte y no puedo, me sale una risa floja y tú estás lejos, en la otra orilla, moviéndote por unos impulsos que no acabo de entender. Y ahí sigo clavada, en el extremo opuesto a lo que por inercia te tambalea, lamiendo las heridas de un pasado que es mi presente.

El rugido de las olas que rompían antes de llegar a la orilla, el viento que zumbaba y hacía que la ropa se ciñera con fuerza a su cuerpo, las nubes que encapotaban el cielo y el olor a sal, le hacían sentirse protegida. Caminaba lentamente dejando un rastro de huellas en la fría y espumosa arena que el agua no alcanzaba a borrar. Con la cabeza baja buscando piedras a pesar de las lágrimas que nublaban el suelo, a pesar de la oscuridad en que sumía al paisaje la tormenta, iba recogiendolas y guardando en su mano una tras otra, como si fueran pequeños trozos de su pasado.
Había salido en busca de una razón y por eso caminaba desafiante a lo largo de la playa convirtiendo el dolor en fuerzas para dar un paso más. Una razón, porque alguien una vez le dijo que había una explicación para cada cosa y que todo ocurría por un motivo concreto. Necesitaba saber por qué a pesar de sus intentos por apartar a la soledad ésta volvía siempre a colocarse, como si de su propia sombra se tratara, bajo sus pies. Por qué después de haber evitado durante toda su vida cualquier parecido, al final, acabaría sola como Ella, pero sin saber que se siente cuando te aman con toda el alma.
No quería pensar, quería respuestas, pero sólo oía al mar. Así que se paró de repente y se sentó, dejando que las olas salpicaran sus tobillos y haciendo caer todas las piedritas de sus temblorosas manos. Se derrumbó por completo, perdiendo toda la seguridad que le hacía sentir el viento, que seguía zumbando y alborotando su pelo. Arrancó a llover y la lluvia no arrastró su pena, ésta siguió clavada en el mismo lugar, doliendo como mil alfileres en forma de infinita pregunta sin respuesta, justo en el hueco que le habían dejado y que intentaba tapar con piedras.

Te engañas a ti misma, hace bastante que tus palabras no valen nada y que aprendí a diferenciar entre la realidad y tus mentiras. Toda la tela de araña que urdiste de mentiras para camuflar mi mundo se vino abajo y no volverás a atraparme. Te engañas a ti misma, ya no tengo cuatro años, sigo siendo igual de frágil pero todas las veces que me hiciste caer han hecho que aprendiera a levantarme más rápido, me han enseñado a alejarme cada vez que tú estas cerca, a que me cubra y me esconda a tu paso. Soy lo que soy a pesar de tus intentos de tiralo todo abajo, a pesar de llevar tu veneno en la sangre, a pesar de haber aprendido todo lo malo, si soy lo que soy es gracias a ellos y no a tu ejemplo. No voy a quedarme aqui, prefiero consumirme lejos de ti, más vale sola que mal acompañada.

Con una nube gris flotando sobre mi cabeza

Con una nube gris flotando sobre mi cabeza

“No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido.
Nada más amado
que lo que perdí.
Perdóname si
hoy busco en la arena
esa luna llena
que arañaba el mar

(...
)

Tus recuerdos son
cada día más dulces,
el olvido sólo
se llevó la mitad,
y tu sombra aún
se acuesta en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad.

(Lucía - Joan Manuel Serrat)

Guardo las ganas en un botella que escondo bajo mi cama,
para no verla y así
no acordarme de que me falta tu aliento, tus manos en mi pecho, 
tus labios en mi cuello, el calor de tu cuerpo y
el tenerte a solo un gesto, latiendo a mi compás.
Oculto aquella noche y
finjo que no me hace daño saber que es sólo un recuerdo que no volverá a repetirse. 

 

Es mejor que no me pare a pensar, porque romperé de nuevo a llorar y no es seguro que pueda parar. No conseguiré saber que salió mal, por qué ahora no está si ayer llamó,  por qué ya no hay ni besos, ni caricias, ni miradas que se pierden en mi cuello. No lograré entender porque todos los que vienen se van, como hiciste tú. Qué es lo que tengo que os aleja siempre a dos pasos de mi, sin que haya una mínima posibilidad de acercamiento. 

Fui tan tonta que creí que una vez roto el bloqueo todo sería más fácil. Nunca pensé que se quedaría para siempre, tampoco pretendía retenerle, ni siquiera le busqué, pero me hizo creer que habría una segunda vez y ahora le robo sus imágenes a mis recuerdos y escondo sus besos para que no los vuele el viento, para que no se pierda la única prueba de que hubo alguien, aunque fuera por poco tiempo, que quiso probar mi juego.

Y es que hoy escuché decir "guitarra" y un resorte saltó dentro de mi, haciendome sentir pequeñita, frágil y expuesta. Es estúpido lo sé, pero me siento como si fuera caminando contra mi voluntad hacia un lugar en el que no estará y volveré a perderme. Con la mano extendida, que aún guarda su calor, giro desorientada como si pudiera averiguar con ese gesto hacia que lugar huyó y seguirle. Pero ya no está, como tampoco estás tú, como no estan ellos... y sigo aquí y aún me pregunto, sin dejar de caminar, cuántas veces me pasará algo como esto y cuántas más aguantaré por sólo un par de besos.